Columna periódico AM.
Me acuesto en esa “cama” que tanto trato de evitar pero que NO DEBO EVITAR; ya recostado me llevo las manos a la cara, cierro mis ojos y me viene una vez más esa frase a la cabeza: Todo se resume a los próximos tres minutos. Mis sueños, anhelos, mi animo y ganas por vivir, mis hijos, mi esposa, mi relación con los demás, mi papa y mi mama, mis hermanos, mi familia, toda la gente que conozco y que tiene expectativas en mi. Tres minutos. Desesperante tiempo, doloroso momento el que debo vivir al lado de mi esposa y en compañía de mi doctor y su asistente. Tres minutos!. MI VIDA SE RESUME A TRES MINUTOS. Ya será en la próxima ocasión cuando inevitablemente vuelva a sortear esa catarsis de emoción y desespero por saber el resultado.
En la vida y en lo que a usted y a mi nos une que es el deporte también aplica esa frase. Todo se resume a “ese momento”, ese único momento donde se decide lo que sigue. Es ese instante donde todo lo hecho conocerá su nueva respuesta, toda intención reflejará su resultado. Para mí ese momento dura aproximadamente tres minutos. La gente como yo que esta en tratamiento de cáncer vivimos en función de nuestra salud, así debe ser.
Y viéndolo así podríamos decir por ejemplo que en el club León todo se RESUME A ESE JUEGO, ese último juego necesario, obligado, desesperadamente anhelado por toda la ciudad. Esos últimos 90 minutos donde ganar o perder marcan la diferencia. Si ganan esa batalla conocerán verdaderamente la GLORIA MÁXIMA en la historia de nuestro querido León y si pierden seguiremos en la condena del destierro deportivo en la liga de ascenso. El club León entonces tiene sus tres minutos bajo esta perspectiva.
El Madrid en otro caso resume su liga a ese partido, ese próximo partido contra el Barcelona quizá donde ganar lo acercará o pondrá en la línea y perder lo reducirá a lo que ha sido los últimos años: el segundón.
En otro caso nuestros amigos Yuri y Laura resumen sus expediciónes quizá a ese último paso, ese que los coloca allá arriba, en la cima del cielo. Todo el esfuerzo para ese momento, su dedicación de meses reducidos a un último paso y luego bajar.
Así podríamos señalar todos ya sea de manera individual o colectiva que nuestras vidas u objetivos de equipo se reducen a “ESE MOMENTO”. Tres minutos, un juego, un paso, ese momento.
Difícil sensación de emociones. Confrontar y no evadir es mi recomendación. Todos los días es preparar las cosas para que una vez llegado ese momento el resultado sea positivo.
Mi vida se reduce a tres minutos. ¿y la suya amigo?, ¿lo ha pensado?, puede ser esa llamada, ese comentario a su ser querido, ese gesto hacia su hijo, ese decisión por tomar, ese cambio de ciudad. No dude, prepare su momento y muy probablemente su resultado sea positivo.
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Twitter: @jareinoso10
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