LA PACIENCIA DE LA ESPERANZA

Han pasado las horas y los días, han pasado cantidad de actividades, han pasado muchos momentos de vida de los cuales no he podido ser participe.
La vida durante las últimas seis semanas ha continuado sin mi y conmigo.
Es esta vida dentro de la vida la cual estoy viviendo. Me doy cuenta que somos mucha gente la que esta al rededor de esta ODIADA enfermedad.
No solo el paciente sufre del mal. Toda la gente que le rodea se involucra y lamenta cotidianadamente el ver al afectado en el estado que lo ve.
La paciencia de la esperanza es el hábito que he tenido que educar este tiempo. Solo una persona paciente puede lidiar con todo el escenario físico y mental que se vive. No solo es la noticia (menuda noticia), es esa fastidiosa operación que semanas después te sigue dando avisos de que existio, de que fue real y de que sigue presente y el tratamiento!.
Una cosa es imaginar, leer acerca de los efectos, escuchar a todos los doctores de familia las indicaciones para confrontar los efectos.
Otra muy distinta es vivir esos sintomas.
La paciencia de la esperanza. Solo porque uno sabe cual es el objetivo y porque vive con la esperanza de que las noticias van a ser las anheladas es por lo que se puede ser paciente, tolerante, aceptar con dignidad el estado físico que comienza a percibir, entender que para vivir se tiene que morir un poco. Para renacer se debe caer un poco más, solo un poco más.
Sonrio cuando la gente no me ve!. Agradezco siempre que siento un poco de sufrimiento!.
La paciencia de la esperanza. Todos tenemos esperanza de un mundo mejor, de una vida mejor, de un día mejor, de un momento mejor.
Si algo debo aprender de esto entre muchas cosas es a no impacientar a la esperanza!.
Cada instante que corre es un peldaño más al techo.
Gracias a Dios por estar vivo. Gracias a Dios por que hoy puedo escribir y porque no quede en el camino hace 6 semanas.
Gracias a Dios porque pude y puedo ver sonreir a mis hijos, porque pude y puedo volver a besar a mi esposa.
GRACIAS A DIOS.
Paciente!.